martes

antes de...

cierra tus ojos y déjame besar tus parpados
cierra tus ojos y déjame tocar tu piel
cierra tus ojos y deja recorrer cada parte de tu rostro
vamos, cierra tus ojos, abre tu mente,
lento respira, rápido mira..
dentro de mi mente deseo conocerte
déjame recorrer cada parte de tu ser
vamos a imaginar lo que puede llegar a suceder.
Yo desde aquí cierro mis ojos deseando estar allí,
cierro mis ojos deseando no dejarte ir,
deseando no marcharme nunca,
deseando no tener que partir.

viernes

eso que dejas tras de ti


es a favor o contra, volteas atrás y observas esos siete días que dejaste en el camino, lo que has vivido desde que los dejaste atrás y piensas si fuiste tú en realidad y regresas la mirada justo en el momento y piensas si podrás volver a empezar, te cuestionas sobre la posibilidad de ir más allá o o si deseas cambiar, y de pronto te sientes la persona más capaz del mundo y en el siguiente momento sientes que te falta la respiración, que todo es tan difícil de controlar, que el mundo es malo, que toda la gente es igual, que no existe la preocupación del uno por el otro, que todo es una competencia de interés propio, y sientes esa incomodidad de caminar entre la gente, eres ajena a ellos, te sientes fuera, no quieres estar, no quieres ser, no pertenecer y te preguntas como luchar contra ello...
No, no existe respuesta, cierra los ojos y respira, avanza y fija la vista en un punto determinado, sigue avanzando y no mires atrás, no hay nadie allí, cuida no mirar hacia tú lado o te pueden atrapar, ignora todo aquello que te hace mal, no existen, solo estás tú y ella, solo son tú y la meta, sigue avanzando y no pienses en lo demás.. y si te sientes triste, si te sientes sola, si te han olvidado abrazate a ti misma, soledad palabra vacía, sabes que nunca lo estarás, lo intuyes pero no es así, el camino es largo, vas tú sola y todo se torna aburrido...fija la vista, concéntrate y acércate más y si te encuentras a alguien en el trayecto desvía tu mirada, ignórale, no lo necesita, te abrazo, me abrazas, lo olvidas y avanzas!

y he allí la meta, aún no percibes claramente lo que es, sabes que merece la pena, sonríes para ti y tratando de llegar a ella una única lágrima se asoma a través de tu mirada, esa mirada fija, y penetrante, esa mirada que sigue observando aquel punto determinado.