Soy de esas a las que les gusta sufrir

yo soy como ellas, por que me gusta llorar,

hoy llore por mi, no lo hago por ti

llore por que he caido, en el mar del olvido

llore por ellos,

ellos que me ven, a los que hoy me observan.

He dicho mil cosas.. y una sola de ellas no calmara tu sufrimiento

me alegrarán con el alma, se olvidarán los recuerdos,

por que dentro no hay vacío aunque se vayan ellos.

Ven y dime una cosa, que mal te he hecho,

tan solo eso, que mal me has hecho,

no existe el mal, no existe el bien,

solo estás tú, existo yo, lo sé.

Y en un infinito mar de recuerdos, de la costumbre

y el viejo anhelo, me es exitante esperar siquiera

una muestra de interés o algún indicio de tus recuerdos,

quiero, como dicen, quiero,

pero el querer no significa nada, si no existe en ti el deseo.

Saciaré tu sed de sufrimiento con hermosas palabras, estaré presente en tu mente reviviendo las miradas, se entonarán en tu ser la magia marchitada y enfocaré dentro del mío cada momento vivido, lo trasladaré por completo a un mundo desorbitante en donde no existan sentimientos.

Hoy renunciaré a todo esto, tal como lo estás haciendo, y allá a lo lejos escucharemos una voz escondida, tratando de hacerlo despertar, volará a nuestros oídos en un intento de hacer que nuevamente se transforme en algo real.

Correré torpemente pero no caeré, volaré alto entre las nubes sin descender, son errores del pasado los que me han visto crecer.

Aún existe en mí el deseo, no lo niego..pero no me basta la mitad de ti para saciar esta sed generada dentro.