Fui juana,
y sin temor confesaré que también fui ana.
Algunas veces mia, y algunas otras tuya.
Y a pesar de todo ello sigo de pie y sin miedo,
y solo a traves de este medio diré lo mucho que te quiero,
sin embargo dije cosas de las que a diario me arrepiento
y como solo lo hago a través de deseos
tengo que confesarte aquí y ahora
que cada vez que te pienso lo hago con la esperanza
de que llegue a ti éste pedazo de remembranza
y que me busques, que me hables.
No te engañes vida mía, que sin mí no habrá alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario