2010

está semana quise escapar del año nuevo, por ninguna razón en específico.. simplemente sentí la necesidad de estár sola...

... así que tomé mi bicicleta y me dirigí hacía ningún lugar, solo quería pasear, anduve tanto tiempo pedaleando en automático que cuando me detuve no supe en que lugar me encontraba, estaba en una zona alejada de todo, pero me resultaba familiar... me encontraba sola, estaba oscuro, había silencio y sin embargo no sentí miedo, fue por eso que decidí quedarme allí por un momento, me recosté en el suelo y miré al cielo pensando en nada, habían pasado algunos minutos, cuando comencé a escuchar ruidos, pensé que si era alguien de nada serviría gritar por que nadie me escucharía, así que tomé rápidamente la bicicleta y las dos nos escondimos...

...nos mantuvimos alertas detrás de unos arbustos que nos llegaban a la cintura y en los cuáles podíamos ser descubiertas sin ningún problema, pero si ella se mantenía acostada y yo en cuclillas nadie lograría vernos, así que allí permanecimos, calladas, no sé cuanto tiempo; el ruido estaba cada vez más cerca, pero no lográbamos ver nada, ya que la noche siempre es demasiado oscura en los lugares en que no habita gente, comencé a temer un poco -pero me concentre en tratar de desaparecer mi miedo para no bloquear mi mente-, el ruido seguía acercandose cada vez más, con la poca luz que emergía de la luna logré ver cuatro siluetas, las cuales no venían a pie sino que andaban lentamente sobre bicicletas.

.... cuando por fin logré identificar sus rostros ya estaban frente a mí, se habían detenido, creo que ellos sabían que yo estaba allí, pero no querían asustarme, se detuvieron por un instante, no dijeron nada, estuvieron allí parados, cada uno con su bicicleta al lado, volteando hacia el cielo, mirando la oscuridad, yo no sabía que era lo que miraban así que hice lo mismo, pero allá arriba no había nada, no se veía ninguna estrella, la luna era solo un pedazo de luz sin forma, me pregunté que era lo que buscaban, y, cuando bajé la mira ellos ya no estaban.

No recuerdo cuanto tiempo estuve viendo hacia arriba, para mí fueron solo algunos segundos, tampoco recuerdo haber escuchado algún sonido que me indicara que se marchaban, sólo recuerdo que cuando vi el lugar en el que se suponía que estaban ya no había nada, se habían ido... sentí el deseo de buscarlos pero no lo hice, a lo lejos se escucharon muchos sonidos, la oscura noche se comenzó a iluminar con el ligero resplandor de luces lejanas, era hora, todos celebraban el final de otros 365 días y el comienzo de algunos más... era hora de regresar, vamos le dije, así que la tomé del manubrio y comenzamos a andar, bajo un silencio y una oscuridad que eran ya inexistentes.