miércoles

Enero 7

Cada persona es una mente, y en cada mente hay un mundo
y de pronto cuando estamos viviendo felices en nuestro pequeño mundo
y alguien nos hace voltear la mirada y nos invita a pasar a su hogar todo cambia.
Estar en el mundo de alguien más es algo nuevo, que nos hace salir de la rutina
y conocer otras formas de ver nuestro propio yo.
Hay personas que no solo nos ofrecen un vistazo, hay personas que nos hacen ir más allá,
hay  personas con las que tenemos la suficiente confianza de quedarnos varias horas,
días, años, una vida.
Y suele suceder que estando en tu mundo me sentía tan cómoda, tan bien conmigo y con tanta paz que reflejaba toda esa felicidad al regresar al mío y estando con los míos, tanto que jamás pensé que todo cambiaria, y así fue, me ocurrió lo que a muchos otros, fui engañada!!.. jamás pensé que las puertas se cerraría de esa forma.

Y sucede que el día de hoy me he quedado varada, cada camino que me hacía llegar a ti ha sido cambiado, borrado, destruido, no hay forma de regresar, y me encuentro de pie, justo en el medio, sin saber que hacer, sin poder regresar a ese mundo tuyo y sin querer volver al mio, lo he dejado tan olvidado que puedo ver a lo lejos como cada planta se marchita, los ríos se están secando, no me importa ya si sale el sol, ahora todo se ha vuelto un caos, catástrofe en total descontrol y yo ahí varada tan solo observando, y sé en el fondo que solo queda una opción para todo esto, ya no existe forma de regresar atrás, pero queda un largo camino por recorrer hacia adelante, por devolver mi pequeño mundo a la vida, por visitar otros tantos, por ser recibida, por sentirme bien y finalmente ser feliz.

No hay comentarios: